Páginas

lunes, 11 de diciembre de 2017

LAS POSTURAS DE EQUILIBRIO


Cuando trabajamos el equilibrio, alineamos la gravedad del centro de nuestro cuerpo, con el campo gravitacional de la tierra. Esto aporta equilibrio a nuestro cuerpo físico, a nuestros impulsos nerviosos, a los pensamientos, y las emociones. Logramos el balance absoluto.


Al trabajar las posturas de equilibrio, toda nuestra atención debe -inevitablemente- anclarse en el momento presente. Esto nos permite despejar la mente del flujo de múltiples pensamientos, y por lo tanto adquirir concentración y calma mental, propiciando la tranquilidad y la capacidad de meditación


La postura del Árbol (foto) es una de las asanas de equilibrio más practicadas. Nos conecta con nuestro propio centro y desde allí con la tierra (desde el pie de apoyo) y el cielo (desde los brazos como ramas).