+ Llegá unos minutos antes de la clase, para ir preparando el cuerpo y la mente con calma.
+ Apagá tu celular y guardalo.
+ Traé ropa cómoda y liviana, que permita mover el cuerpo libremente. Preferentemente que sea de colores alegres o claros, ya que los mismos atraen energías que repercuten sobre nuestro cuerpo, nuestra mente, y nuestras emociones.
+ Evitá el uso de accesorios como pulseras, aros, relojes, anillos, collares, ya que limitan tus movimientos y podés lastimarte. También evitá el uso de perfumes fuertes, cremas y talco en exceso.
+ Informá cualquier problema de salud, restricción médica o embarazo.
+ Evitá comer pesado tanto antes como después de la práctica y alejá todo lo que puedas las comidas del horario de la clase.
+ Buscá conectarte con tu interior desde el amor y escuchar con atención a tu cuerpo, que va a ir indicándote tus posibilidades y tus límites. No fuerces la práctica. Disfrutala. Es un espacio tuyo, un regalo que te hacés a vos mismo, una caricia para el cuerpo, la mente y el espíritu
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